En una relación íntima, pasado el período de enamoramiento, donde existen las expectativas de futuro y cada uno da por buenas las suyas, no hay problemas. Las expectativas no se confrontan. Prácticamente ni se hablan ni se comparten.
Según las fases de conflicto de Arnold Mindell (2017) (1), este estadio pertenece a la fase 1. En esta fase no se quieren enfocar los problemas. No se han configurado los roles, todo es compartido, incluso las desavenencias pueden ser explicadas, se viven con la máxima levedad y pueden ser fácilmente rectificadas.
Es un período donde las dos partes son felices sin indagar, y prácticamente se ignora aquello con lo que no se está de acuerdo.
En la fase 2 de consolidación de expectativas, es donde la diversidad aparece, es una diversidad que polariza tanto el interior de cada persona como la relación. Aquí es donde se empiezan a configurar los roles que sostienen diferentes perspectivas.
Se profundiza en temas, por ejemplo: cómo comprometerse o no a una relación monógama, cómo compartir el tiempo, qué espacios quedan para cada uno y que espacios se viven en común; y si hay otras personas involucradas en la relación, se reflexiona sobre si éstas siguen estando o no.
Es un momento de clarificación y de toma de decisiones importante porque es cuando se configuran las posiciones. Estas posiciones pueden ser opuestas y en este caso es fundamental poner atención en cómo se dialoga y cómo se llega a ciertos acuerdos. Este es el momento de poder trabajar las diferencias para construir una relación sostenible.
Por eso te explico cómo gestionar un diálogo en el que fácilmente habrá acusaciones o reproches. Cuando esto ocurra sigue las pautas cuando hagas una acusación y las pautas de cuando la recibas:
Pautas para hacer una acusación:
- Sé específica, exacta.
- Explica con claridad el hecho concreto con el que no estás de acuerdo
- Profundiza en ti qué parte de esto también tiene que ver contigo, comparte la responsabilidad de lo que está pasando y comunícalo.
- Explica cómo te sientes, si sientes enfado, rabia, decepción, distancia y como esto te afecta física y emocionalmente.
Pautas para recibir una acusación:
- Muestra curiosidad e interés por aprender acerca de la situación
- Cuídate, no todo tiene que ver contigo
- Averigua qué es lo que sí es verdad, no sólo en este hecho en cuestión sino qué pequeña parte de tu manera de ser le corresponde este relato. Por lo menos en qué 2% puedes reconocerte.
- Descubre qué valor tiene este diálogo para ti. Si te quedas en blanco o te sientes atascada, intenta hablar aún más de tu parte y vuelve a sentir el valor de la conversación
- Una vez que lo hayas hecho, es posible que te sientas cerca de esta acusación. Si quieres, también puedes expresarlo.