¿Podremos sentir la grandeza?
Siempre he pensado que vivir algo con intensidad conlleva llegar a un lugar donde esta intensidad desaparece y genera vértigo.
Vivir con intensidad es un estado alterado, consecuencia de una vivencia interna debida a un cambio drástico en el entorno.
Estos estados son provocados por situaciones diversas, algunos ejemplos son, la pandemia del COVID, el duelo por la muerte de un ser querido, una larga enfermedad o los estados de enamoramiento. Estas vivencias ocurren tanto en situaciones personales como en situaciones profesionales. Se vive un mundo laboral retador, la salud se convierte en un valor escaso, la continuidad ya no existe y nos enamoramos de ideas y de futuros imaginarios que van desdibujándose. Lo soñado se esfuma y de repente te encuentras solo y sola haciendo malabares para sobrevivir, y aquí empieza el día después.
¿Dónde están las muletas?, nos preguntamos antes de vivir el día después.

Fuente de las fotografías: unsplash. Keagan-Henman.
Se busca fuera lo que puede aliviar la duda de no sentirse capaz de afrontar ese día. Se construyen salvavidas que regalan seguridad y se atribuye una relevancia especial a personas y a cosas, que reducen drásticamente la capacidad de desarrollar el poder personal. Es común enamorarse de la idea de tener mucho dinero, de tener posesiones, de un gran puesto de trabajo o de tener belleza física, entre otras tantas, lo que es al final, regalar el control del bienestar a partes externas. Aferrarse a muletas significa alejarse de la capacidad de estar bien, porque los sueños no cumplidos conllevan probablemente culpabilizarse de su fracaso.
No temas el día después
El día después representa afrontar un día con libertad.
El día después es una reconexión, es una vuelta a la plenitud de los recursos propios, es volver a estar en contacto con las fuerzas personales.
El miedo al día después es solo un espejismo, es el miedo a perder un estado temporal que ha colocado a las personas en un lugar fuera de lo habitual. La pandemia ha reducido los círculos íntimos, ha dado lugar a la reflexión, ha hecho que se cuestionen valores y ha limitado la exposición social. El duelo de un ser querido configura una relación especial imaginaria con alguien con quien no se pueden tener más diálogos reales y el enamoramiento puede crear una relación de dependencia que pacifica mayormente anhelos personales sin resolver. Todo ello configura la fantasía de vivir un mundo irreal y margina la posibilidad de vivir los momentos presentes. Salir de estos lugares es estar en contacto con la grandeza de crear un futuro propio desde la parte mas personal.
¿Cómo convertimos el día después en grandeza?
Este es el día que decides que las cosas vuelvan a su estado habitual marcado por la seguridad y la desaparición del miedo, este es el momento que sientes que lanzarte a vivir otro día no importa, por que has ganado la mayor de las batallas: la grandeza de sentirte con plena capacidad de afrontar este ‘otro día’.
Para poder hacer la conversión hacia ‘El día de después’ puedes seguir estos pasos:
- ¿Cual es el día después que estás pensando en este momento? Toma nota.
- Siéntate en un lugar tranquilo donde estés sólo tu.
- Recuerda el día de tu vida en que conseguiste algo muy grande
- ¿De qué te sientes mas orgullosa u orgulloso?
- ¿Qué parte de ti estuvo allí para que esto fuera posible? Qué cualidades de ti fueron las que se pusieron en marcha.
- Recuerda esta parte, incluso siéntela, haz que tome vida en ti.
- Convierte esta parte de ti en tu poder personal especial.
- ¿Cómo te sientes después de conseguir aquello que era difícil conseguir?
- ¿Desde este poder personal, qué podrías recomendarte ahora para poder hacer ya, y para que hoy empieces a estar en el día después? Toma nota.
- ¿Cuándo puedes aplicar tu recomendación?
¡Qué tengas un feliz día de después!
Sabia que encontraría puntos de ayuda en momentos difíciles, en concreto ¿Cómo convertimos el día después en grandeza?
Gracias por el input.
Gracias a ti Jordi por tu comentario. Estoy feliz de que que te sirva. a mi también me ha servido, especialmente cuando lo escribí.