Seguramente cada día te plantearás cambiar algo por pequeño que sea. Seguro también que durante mucho tiempo has pensado que debes cambiar algo que está muy arraigado en ti.
¿Por qué si la intención está allí, cambiar es tan difícil?
El patrón de conducta se perpetúa, y ahí es cuando entras en conflicto, surge la frustración y la sensación de no ser capaz de conseguir tus propósitos.
Para empezar, es importante plantearse:
- Destierra la creencia de que cambiar es dejar de ser tu.
- Empieza a pensar que cambiar es añadir una nueva dimensión en ti.
- Cambiar es poder hacer cosas que ahora te resultan difíciles.
- Solo debes cambiar aquello que tú decides.
¿Por qué mantenemos ciertos patrones de conducta?
Una de las principales razones por las que el cambio es un reto es porque lo que hacemos nos ha servido para algo. Es importante saber para qué está sirviendo este comportamiento y qué es lo que lo hace perdurable.
Cuando las personas necesitan trabajar horas infinitas, puede ser que lo que se dicen a si mismas es: ‘no eres útil’. Trabajar en exceso en este caso está sirviendo para sentirse útil.
Otra de las razones por las que no se cambia es porque con ese patrón de conducta estamos evitando algo como:
- La sensación de fracaso.
- El tiempo dedicado a si mismo o a los demás.
- La soledad.
- No ser reconocido o reconocida…
Pregúntate:
- ¿Qué estás haciendo que quieres cambiar?
- ¿Para qué me sirve esto que hago?
- ¿Qué estoy evitando sentir o hacer?
- ¿Si hiciera algo diferente que ventajas conllevaría?
5 consejos para que empieces practicar el cambio:
- Imaginar que ya has llegado donde querías:
Conseguir esta nueva cualidad, comportamiento o hábito. Imaginar cómo sería la vida si cambiara ese patrón, qué cosas podría hacer, como sería de diferente la vida, cual sería mi estado de ánimo y el de las personas a mi alrededor, y qué podría conseguir más desde este nuevo yo.
- Buscar razones para desmantelar los miedos que crean inmovilidad:
Por primera vez encontraremos los supuestos y creencias que existen como consecuencia de nuestra educación y vida sobre lo que una es y lo que una debe ser. ¿Qué es lo peor que puede ocurrir si soy un poco menos de aquello que quiero cambiar? - Buscar referentes:
¿Quién conoces que ya está haciendo lo que te gustaría hacer?, ¿es una persona cercana?, o ¿un personaje de una película?. Ver cómo otro lo está haciendo y ser como alguien, te ayudará a tener un modelo y a ver que lo que deseas es posible. - Encontrar aliados:
Habla con las personas que tengas cerca, porque un cambio se nota, avisa que estás en ello. No sólo compartirlo es importante sino que también sirve de motor.
- Ir despacio:
El ritmo lo marcas tú, cuanto menos presión y mas extenso sea ese tiempo de cambio mayor la probabilidad que se integre este nuevo comportamiento en ti.